Polémica / José Gregorio Aguilar
Viernes 12 de Julio 2024
El programa La Escuela es Nuestra, (LEEN) tuvo una inversión de 735 millones de pesos, monto que permitió atender las necesidades de mil 923 planteles durante el ciclo escolar que acaba de concluir, informó Lucía Aimé Castillo Pastor.
“Hemos sido altamente beneficiados, pasamos de tener en el 2022, 500 escuelas a mil 923 escuelas que reciben beneficios algunas han logrado incorporar equipamiento útil para desarrollar actividades didácticas”.
La secretaria de Educación en el Estado, quien fue entrevistada en el Jardín de niños “Niños Héroes” de la colonia Ignacio Allende, dijo que, con esos recursos, algunos centros educativos han reforzado la seguridad adquiriendo videocámaras como una medida adicional para disuadir delitos.
“Ahora bien, una de las cosas que particularmente este Jardín ha hecho es que ha incorporado tecnología para disuadir la intención de que alguien se atreva a invadir la escuela, como la colocación de cámaras de vigilancia”.
Hizo notar que así como es importante el empleo de la tecnología como herramienta de seguridad, también lo es la colaboración de los vecinos que viven en el entorno escolar y se mantienen vigilantes con el fin de detectar, y reportar a tiempo, cualquier incidencia sospechosa que se presente en los alrededores.
“La Escuela es Nuestra implica no solo lo que está al interior sino alrededor de, y hemos insistido en que el ser vigilante el salvaguardar el espacio donde estudian nuestros niños forma parte de la tarea que como sociedad tenemos que hacer buscar que sean mucho más participativos y colaborativos los vecinos alrededor de la escuela”.
Recordó que la Escuela es Nuestra es un programa que promueve la participación escolar, es decir, maestros, directivos y padres de familia que, en forma organizada, deciden el uso de los recursos destinados a dignificar los espacios educativos en beneficio de los niños.
“Cuando adoptan el concepto de forma puntual, la escuela es nuestra, todos formamos parte de la colectividad tenemos que participar, desde los papás, las personas que están a cargo como directivos y los propios docentes y hacer un trabajo para hacer partícipes a los niños en el cuidado de sus escuelas”.
Pero esos recursos no solamente pueden ser empleados en la mejora física de las escuelas, sino también en la adquisición de herramientas tecnológicas que sirven de gran apoyo a los maestros en el proceso de enseñanza aprendizaje, resaltó Aimé.
“En Soto la Marina por ejemplo, en una escuela adquirieron computadoras al interior de las aulas y fortalecer la bibliografía que utilizan para la lectura y otros elementos que están vinculados a la excelencia educativa es decir no solo la mejora del espacio físico, sino las herramientas que utilizan para el proceso de enseñanza aprendizaje”.
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