Columna Rosa, sólo para Mujeres
Por Lic. Bárbara Lera Castellanos
Tamaulipas viene atravesando un reacomodo en la generación de empleos formales de su economía, refiriéndonos a los empleos registrados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los que cuentan con prestaciones de seguro médico, jubilación, pago se vacaciones y descuentos para vivienda Infonavit.
Recordando qué, en los 43 municipios de Tamaulipas, se demandan un promedio de 35 mil empleos formales por año, considerando lograr atender la brecha generacional de jóvenes que se integran a la fuerza laboral (PEA), más la diferenciación con la actual tasa de desempleo.
La restante demanda laboral (58%), 6 de cada 10 empleos en Tamaulipas es satisfecha por las empresas de la economía informal del estado.
Este cierre de 2023, el IMSS reportó la generación de sólo 4 mil 856 empleos formales, 246 menos empleos generados de los 5 mil 102 registrados en el año 2022.
En 2017 fue el año que casi se logró generar la meta anual, al ser registrados 33 mil 344 nuevos empleos formales. En 2018 se obtuvieron 26 mil 876; en 2019, 3 mil 702; 20 mil 767 en 2020 y 24 mil 526 en 2021.
Por parte de los empleos generados por género «mujeres», en Tamaulipas cada vez es mayor la demanda de empleos formales por las mujeres trabajadoras, sean profesionales o técnicos de nivel medio superior.
Así se tiene que, en el caso de la región sur conurbada, la participación de las mujeres en el empleo formal al primer trimestre del 2022, alcanzó su mayor tasa en los últimos cinco años, con un crecimiento hasta casi de un tercio de la plantilla laboral en las empresas del sur de acuerdo a los datos del propio Seguro Social (IMSS). Por ello, se eleva la tasa de colaboración en diversas actividades productivas en Tampico, Ciudad Madero y Altamira.
Esta brecha laboral a favor del empleo femenino en el sur de Tamaulipas, provocó que en el año 2020 registró 49 mil 127 mujeres trabajadoras, para el 2021 alcanzó las 53 mil 71 posiciones y en el reciente reporte de 2022 concluyó en los 50 mil 716. De la anterior cifra, 31 mil 318 mujeres laboran formalmente en Tampico, 7 mil en Ciudad Madero y 6 mil en Altamira, el restante se reparte en el norte veracruzano, particularmente Pánuco.
En cuanto el empleo formal varonil, en 2022 los afiliados estaban cerca de los 104 mil en las seis ciudades antes señaladas del sur estatal.
A nivel estatal, Tamaulipas cuenta actualmente (2023) con 704 mil empleos formales registrados ante el IMSS y se busca consolidar el crecimiento paulatino de las oportunidades laborales en gran parte por la disponibilidad de los empresarios, para colaborar de manera decidida en generar más alternativas, por lo que se seguirá buscando colocar uno de cada tres empleos para generarse en lo futuro con apoyos de las llamadas Ferias del Empleo de la STPS.
De acuerdo al comportamiento del empleo formal generado en Tamaulipas entre 2021 a 2022, al interior del crecimiento del empleo en ese periodo se crearon 7 mil 561 empleos, 4 mil 743 fueron empleos para hombres (62%) y 2 mil 818 empleos para mujeres (38%). La mayoría de los empleos formales que se crearon en este periodo fueron principalmente a los jóvenes y adultos jóvenes. Para el grupo de edad de 30 a 35 años, se crearon en este periodo un total de 1,445 empleos formales, siendo el grupo de la población en donde se crearon más fuentes de empleos.
En segundo lugar, se ubican los trabajadores entre las edades de 20 a 25 años, creándose un total de 1,246 empleos. El tercer grupo fueron aquellos en edades de 25 a 30 años con un total de 985 empleos.
Lo anterior muestra que el empleo formal en Tamaulipas se crea en los grupos de jóvenes de la población, representando casi 50 por ciento del empleo formal que se creó en el estado durante esos meses.
Cabe señalar que en estos tres grupos de la población se concentra 43.5% del empleo formal en el estado.
FUTURO DEL EMPLEO DE LA MUJER:
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el índice actual de participación de las mujeres en la población activa en el mundo se aproxima al 49%. En cambio, el de los hombres es del 75%. Por lo que existe una diferencia de casi 26 puntos porcentuales y, en algunas regiones, la disparidad supera los 50 puntos porcentuales.
En países de todos los niveles de desarrollo económico, la preferencia personal de la mujer es un factor clave para determinar si buscará y ejercerá un trabajo remunerado. Ahora bien, esta preferencia está muy influida por las restricciones socioeconómicas y la presión para adaptarse a los roles tradicionales en función del sexo.
La mujer desea tener un empleo remunerado, pero una serie de obstáculos socioeconómicos persistentes la mantiene al margen de la fuerza de trabajo. Determinar y cuantificar esos obstáculos nos permite elaborar políticas estructuradas más racionales para eliminarlos…