Nuevo Laredo, Tamaulipas, 14 de septiembre de 2024 – La administración de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA) de Nuevo Laredo, otro ejemplo de autosuficiencia y eficiencia, atraviesa una de sus peores crisis bajo el gobierno municipal encabezado por la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, miembro de la llamada Cuarta Transformación. Lo que antes era una institución con números negros, capaz de sostener sus operaciones sin depender del municipio, ahora ha caído en el caos, afectando gravemente la calidad de vida de los ciudadanos.
Hasta hace algunos años, COMAPA funcionaba como un organismo eficaz, con capacidad de financiamiento propio para atender las necesidades de la ciudad. Los problemas de brotes de aguas negras, la falta de tapas de alcantarillas y los drenajes colapsados eran escasos y esporádicos. Sin embargo, desde el inicio de la administración de Canturosas, la situación ha empeorado drásticamente. Hoy en día, Nuevo Laredo enfrenta brotes constantes de aguas negras, abandono de obras públicas y una infraestructura colapsada.
El colapso de la COMAPA es particularmente notable porque, al inicio de esta administración, el organismo tenía la capacidad financiera para realizar obras sin necesidad de recurrir a fondos municipales. Hoy, esa autonomía financiera es solo un recuerdo. Ahora, para realizar cualquier obra, el municipio tiene que intervenir, lo que no solo retrasa los proyectos, sino que también evidencia la falta de recursos en COMAPA. Pese a los constantes señalamientos ciudadanos y el visible deterioro de la infraestructura urbana, la alcaldesa ha intentado defender su gestión, presumido un supuesto «gran trabajo» en COMAPA. No obstante, las acciones visibles desmienten sus palabras: obras inconclusas, drenajes colapsados y brotes de aguas residuales son parte del día a día en Nuevo Laredo.
El problema es tan grave que el gobierno del estado de Tamaulipas ha anunciado que tomará el control de todas las COMAPAs del estado, debido a la evidente ineficiencia en su administración. Esta medida no solo pone en entredicho la capacidad de gestión local de la alcaldesa, sino que también plantea la pregunta: ¿qué está sucediendo realmente en COMAPA?
A lo largo de los años, ha sido un secreto a voces que las COMAPAs funcionan como una “caja chica” de los municipios, con poca transparencia en el manejo de sus finanzas. Pero ahora, los ciudadanos están al borde de la desesperación. Además de lidiar con cortes de agua constantes por fugas y fallas en la red eléctrica, los recibos siguen llegando puntuales, exigiendo el pago de un servicio que muchas veces no se recibe en condiciones mínimamente aceptables.
La pregunta que resuena entre los neolaredenses es clara: ¿cuándo tendrán un sistema sanitario de calidad acorde a lo que pagan cada mes? Porque aunque el agua no fluya o el drenaje esté colapsado, las tarifas siguen cobrándose sin interrupciones. Mientras tanto, la administración de Canturosas sigue evadiendo su responsabilidad, sumiendo a la ciudad en un deterioro que parece no tener fin.