Nuevo Laredo, Tamaulipas, 17 de septiembre de 2024 — Un enorme caudal de aguas pestilentes que emanan de la secundaria No. 3 y la alcantarilla ubicada detrás de esta escuela, en Salinas Puga y Nuevo León, asemejan un gran río de aguas negras, sofocante por sus malos olores. Mientras la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal presume en su reciente informe de una millonaria inversión en drenaje pluvial, la tormenta del pasado fin de semana ha puesto en evidencia la cruda realidad que enfrenta la ciudad.
A pesar de las promesas de mejora en la infraestructura, la tormenta demostró la falta de avance real en el sistema de drenaje. Los recursos, que la alcaldesa ha destinado en eventos de menor prioridad para los ciudadanos, como el Grito de Independencia con la actuación de Gloria Trevi, podrían haberse utilizado para resolver problemas críticos como el colapso del drenaje. Este fallo en la infraestructura ha resultado en tragedias, incluyendo la muerte de una persona.
“Aquí nada más vemos cómo los muchachos que van a la escuela tienen que sacarle la vuelta a estas aguas. Ya las reportamos, pero nos dicen que esperemos, que están ocupados. ¿Pero qué tal en el Grito?” comentó Luis Hinojosa, habitante afectado de la colonia Mirador.
El agua que brota de la escuela y de la alcantarilla ha generado grandes acumulaciones, haciendo imposible el tránsito por el área, especialmente para los peatones, que terminan con los zapatos mojados. En la calle Tamaulipas, hasta más allá de la Joséfa Ortiz de Domínguez, la vialidad quedó completamente inundada, volviéndola intransitable en ambos sentidos.
Además, los vecinos reportan severas afectaciones tanto en sus negocios como en sus viviendas. La desconexión entre la inversión anunciada y la realidad palpable resalta un profundo descontento con la administración municipal, que parece priorizar eventos y espectáculos sobre la verdadera necesidad de infraestructura y mantenimiento.